Un miércoles noche a finales de mes, jugando el Real Madrid partido y estando en la capital, no es el mejor día para ir a cenar fuera en cuanto a ambiente se refiere. Pero también es verdad que si viene tu padre y paga él, haces un esfuerzo más que encantado.
Mi padre es muy fan de los toros, por lo que decidí llevarle a una taberna por Argüelles, aunque parece más bien un museo de la tauromaquia, el Tendido 2.
Hice reserva previa a través de El Tenedor con un descuento del 30% que en estos tiempos que corren siempre viene bien una ayuda para pagar la cuenta.
Nos recibieron con dos aperitivos. Unos picos con unas rodajas de chorizo y una empanadilla de queso líquido que estaba muy rica.
A pesar de los aperitivos, llegábamos con hambre así que pedimos de manera contundente. Dos entrantes, dos principales y postre.
De entrantes, había leído que tenían fama los bombones de foie al Pedro Ximénez. Nada más lejos de la realidad, 100% recomendables, eran bolitas crujientes y con un foie sabroso pero si llegar a empalagar. Para acompañar una gelatina muy lograda que daba un contraste perfecto con las bolitas.
El otro entrante fueron pimientos de piquillo rellenos de bacalao. Lástima que no encontráramos el bacalao por ningún lado, fue sin duda la mayor decepción de la noche. Parecían los que compro en la Sirena cuando quiero cenar algo rápido.
De principales, yo pedí rabo de toro, como no, y mi padre entrecote de buey. Tanto uno como otro estaban excelentes. El rabo, que fue lo que comí yo (que mal queda esta afirmación), salía del hueso con apenas mirarlo, y la salsa estaba espesa y sabrosa.
La carta de postres era algo escasa. Pedí piononos de Santa Fé que estaban bien pero nos los sirvieron demasiado fríos y no se apreciaba bien su sabor.
Con el descuento, el montante final fue de 56 € con tres cervezas, un café y unos chupitos de cortesía. Un precio muy bueno para todo lo que comimos. Recomendable siempre que se lleve el descuento de turno.
Muñoz de Gruñón
Poniendo a Caldo 